Nos convertimos en mamás…

y de pronto llega un día en que nos damos cuenta que todas nuestras metas y proyectos han quedado en pausa…

…y han sido reemplazados por actividades con nuestros hijos y responsabilidades familiares.

¿Te suena familiar?

A veces ponemos estos proyectos a dormir, pensando en que volveremos a ellos en algún momento *entiéndase, cuando nuestros hijos crezcan*

Quiero decirte que no estás sola, pero también quiero decirte, que esta no tiene que seguir siendo tu realidad, si es que tú no quieres.

Ser madres y ser mujeres con sueños y proyectos, no tiene porqué ser mutuamente excluyente. Es muy posible balancear ambas cosas: Ser una mami poderosa, y cumplir todas tus metas.

Estos son algunos de los proyectos personales que he podido iniciar desde que Nala, nuestra hija, llegó a nuestras vidas:

• Lanzar este blog que estás leyendo 😉 y mantener su contenido constante.
• Crecer nuestra marca y presencia online a través de redes sociales.
• Tomar cursos online para crecimiento personal y profesional.
• Organizar retos y talleres para pequeño grupos a través de nuestra cuenta de IG @monosviajeros
• Lanzar nuestro proyecto de Mapas Ilustrados
• Ser una Coach de Viajes en Familia certificada.

Atenta! porque te voy a contar unos cuantos secretos de como lo puedes hacer tu también 😉

Secreto # 1

Piensa, pero de verdad piensa, en qué es lo que quisieras hacer, pero, sin dejar que la idea de no tener tiempo te limite. Imagina que tienes todo el tiempo y todos los recursos…¿Qué es lo primero que quisieras hacer?

Te sorprendería saber que muchas veces, la razón principal por la que no cumplimos nuestras metas, es porque no sabemos cuáles son.

Secreto # 2

Las metas son más fáciles de alcanzar y menos abrumadoras, cuando las dividimos en metas más pequeñas. Al final, llegar a una meta grande en la vida, se logra con la suma de los pasos que tomamos para llegar a ella.

Siendo mamis, sabemos que cada minuto de nuestro día es valioso y no todas tenemos la misma cantidad de responsabilidades diarias pero dividir nuestros proyectos, en partes más pequeñas de acuerdo a nuestro tiempo disponible, nos hará verlos más alcanzables.

La clave está en definir metas, por ejemplo anuales, y atacarlas de manera inversa, es decir, dividir nuestras metas anuales en objetivos mensuales más pequeños. Luego estos objetivos, en actividades semanales específicas, y finalmente, estas actividades, en acciones o hábitos diarios. Cumplir estos hábitos día a día, nos mantendrá alineados con nuestro destino final y así llegaremos, poco a poco, a nuestra gran meta.

Secreto # 3

Mantén el foco en una cosa a la vez para evitar tener varios proyectos iniciados y ninguno terminado. Ir saltando entre proyectos o iniciar nuevos proyectos constantemente evita y alarga el avance de los que ya tenemos en proceso. Definiendo nuestras metas con el secreto # 2, será más sencillo mantenernos en línea con nuestro objetivo principal, y decirle no a lo que por el momento no nos lleva en esa dirección.

Secreto # 4

Toma control de tu tiempo, siendo conciente de como lo distribuyes a lo largo del día. Así sabrás exactamente cuánto tiempo por día podrás dedicar a avanzar en proyectos y será más fácil proyectar cuanto tardarás en terminar.

Sé que como madres, hay espacios en nuestros días que son más difíciles de predecir, pero implementando rutinas podremos idealmente identificar, los huequitos durante la semana donde tendremos un merecido tiempo para nosotras.

A continuación te compartiré unas estrategias que, en conjunto con estos “secretos” te ayudarán a pasar a la etapa de acción para que empieces de una vez!

1. Escribe las ideas que tengas, especialmente cuando llegan en momentos cuando menos las esperas (bañándote, mientras acuestas a tus hijos a dormir, en una caminata, etc.) Nuestra mente está diseñada para crear ideas, mucho mejor que para almacenarlas. Al escribirlas, te asegurarás de no olvidarlas después, y harás más espacio en tu mente para nuevas ideas. Tener un cuaderno o diario y llevarlo siempre contigo es una excelente herramienta 😉

2. Durante 3 días seguidos, anota todo lo que hagas en el día, desde que te levantas hasta que te acuestas. Incluye todo. Al terminar, podrás analizar como estás distribuyendo tu tiempo e identificar:

– Si tienes hábitos innecesarios que están consumiendo parte de tu día.

– Si es que puedes hacer algo diferente para hacer tu día más eficiente (por ejemplo, cocinar porciones más grandes pero menos veces por semana, ajustar el horario de siestas de tus hijos, o levantarte más temprano)

– Si puedes agregar actividades N.E.T. a tus rutinas (no extra time). Es decir, actividades que puedes hacer mientras haces otras cosas, sin agregar tiempo extra. Por ejemplo estudiar a través de audios mientras manejas o escuchar un podcast mientras haces compras.

3. Cada día, escribe 3 actividades diarias que quieres cumplir al día siguiente. Pueden ser actividades personales o profesionales. Asegúrate de escribirlas en un lugar donde podrás verlas fácilmente y recordarlas a lo largo del día. Cada vez que cumplas una, márcala como “completa”. Ver tu progreso te ayudará a mantener un avance constante.

Espero que esta dosis de información, te haya dejado con un poco de inspiración y más que nada, muchas ganas de tomar acción.

¿Lista para tu siguiente nivel siendo una mamá que cumple sueños a tiempo completo?