Fue como si un bombillo se encendiera sobre mi cabeza…

El día que escuché el término “Coach de Viajes”, sentí como si todos los planetas se hubieran alineado, y de pronto se hubiera abierto frente a mí, eso a lo que querría dedicarme de ahora en adelante.

Soy amante de los viajes (no tardarás en darte cuenta luego de aventurarte un poco dentro de nuestro blog). Y desde hace 3 años, cuando me convertí en mamá, soy amante de los viajes en familia también. De hecho, para mi no hay forma más gratificante de aprovechar el tiempo con nuestros hijos que viajando y teniendo aventuras alrededor del mundo.

Algo muy peculiar, es que junto con este nuevo amor de viajar en familia, nació también un profundo deseo de compartir con otras familias “mi nuevo” descubrimiento. Me parece algo loco pensar que a raíz de este deseo, Monos Viajeros hizo su primera aparición desde nuestra pequeña cuenta de IG, donde primero comenzamos contando nuestras anécdotas de viaje, y poco a poco fuimos transformándola en una plataforma donde otras familias podían encontrar consejos para sus propios viajes.

Más de 1 año después de que Monos Viajeros viera la luz, el lanzamiento de nuestro blog fue definitivamente uno de los pasos más grandes que tomé en esta transición de pasar de ser una mamá viajera, a una mamá que quería ayudar a otras mamás a viajar más con sus hijos. Tener una plataforma donde podría, en un formato más largo, contar nuestras historias de viaje y además compartir todo lo que aprendíamos viajando con nuestra hija Nala, me permitió crecer poco a poco nuestra comunidad de familias viajeras y aprender lo mucho que disfrutaba poder ser una guía para ellas.

Aún no sabía que querría ser Coach, de hecho desconocía por completo el término, pero en los siguientes meses mis ideas, mis nuevas experiencias y nuevo conocimiento, fueron alineándome poco a poco *gracias Universo* a la oportunidad de descubrir más sobre esta nueva profesión.

Uno de los siguientes pasos, vino en forma de un servicio de Viajes Organizados, en el cual ofrecíamos asesoría directa y además planeábamos viajes para otras familias. Ya que siempre me gustó planear viajes, ahora que lo sabíamos hacer en familia muy bien, la idea de planear viajes para otras familias me parecía genial! Y sí que lo disfruté mucho mientras lo hice, pero, una de las razones por las que este servicio no creció, fue porque me resultaba muy técnico y con poco énfasis en la conexión emocional de los viajes. Cada persona que ayudaba, al volver de su viaje se quedaba justamente donde empezó, sin saber cómo poder crear un viaje por sí misma.

La primera vez que decidí ofrecer asesorías, con intención de enseñar como planear viajes en familia, fue al lanzar un taller online al que asistieron 5 personas. Entre los aprendizajes que más me quedaron de ese taller, el principal fue darme cuenta de que siempre habrían personas que, aunque pudieran conseguir info gratis en todos nuestros canales, iban a preferir una guía mucho mas directa y personalizada para llegar a sus metas de viaje más rápido.

Con esto en mente y con muchas ganas de subirle el nivel al valor que creaba para nuestra comunidad de familias viajeras, mi siguiente paso fue encontrar una manera de dar educación más profunda a familias que quisieran aprender como viajar con sus hijos. Hacerlo en un formato un poco más largo me permitió conectar y conocer mucho más sobre las mamás y las familias a las que tanto quería ayudar. Así nació la versión BETA de “Familia Viajera en construcción”, un curso de 4 semanas en el que logré segmentar paso a paso, cómo llevar a una familia con deseos de viajar, a una familia haciendo realidad sus más locos sueños viajeros.

El lanzamiento de “Familia Viajera en construcción” me hizo dar cuenta lo mucho que me llenaba conectar de cerca con otras mamás y lo mucho que disfrutaba guiándolas hacia sus metas de viaje. Yo había tenido ya algunas experiencias trabajando con mentores y me parecía increíble lo rápido que uno puede lograr objetivos, utilizando la ayuda de un coach. Era muy común escuchar sobre coaches de vida, coaches financieros, coaches de salud pero…¿coaches de viajes?. Aunque nunca lo había escuchado, pensaba qué sería genial poder fusionar los viajes, con nuestras metas o incluso con la búsqueda de nuestras metas. Aprovechar todos los beneficios emocionales del viaje para elevar áreas en nuestras vidas.

Entonces apareció….The Travel Coach Network dándome un follow en IG. Una señal directa del universo, poniendo en existencia, lo que mi mente no dejaba de imaginar.

Lo primero que hice fue sumergirme en su web, aprender y entender mucho más sobre esta “muy reciente” forma de ayudar a otros a través de los viajes. Aprendí que hay coaches especializados en un montón de tipos de viaje! Viajes en solitario, viajes para estudiantes, viajes para mayores de 50, viajes para madres solteras y más. De igual manera, aprendí que hay muchas áreas en las que un coach puede ayudar, desde viajes para despertar la creatividad, hasta viajes para encontrar un propósito o viajes para mejorar el autoestima. Fue fascinante ver que había otras personas que ya se dedicaban a esto, y que así como yo, habían estado en una búsqueda constante de crear más impacto en las personas que ayudaban. Fue 100% ver materializado algo que antes sólo existía en mi mente.

Es así como de mamá viajera, blogger, organizadora de viajes y educadora, he pasado a ser una muy feliz Coach de Viajes con deseos masivos de dejar una huella en las vidas de todas las familias que trabajen conmigo.

En estos días iniciaré el curso oficial de The Travel Coach Network el cual he tenido entre cejas por algunas semanas. Mi intención es maximizar mi conocimiento, entender mucho más sobre la conexión emocional que un coach desarrolla con sus clientes, aprender de otros increíbles coaches de viaje, y como resultado poder tocar la vida de muchas más familias enamoradas de los viajes.